Dos días de inmersión en la naturaleza de un río.
Primer día hora de encuentro (depende de la época del año) suele oscilar entre las 10,00 h y las 12,00 h.
Lugar de quedada en la base de Kalahari de Venta del Moro
Recibimiento y conoceremos al resto de compañeros que nos acompañaran en esta singular aventura.
Reparto del material. A los participantes se les entregara el material necesario para la navegación: traje de neopreno, chaleco salvavidas, casco y pala
Embarcaciones disponibles para la aventura:
Tabla de paddle surf. Ventajas la visión del río y puedes portar todo tu material. Inconvenientes: puedes caer fácilmente y te mojas bastante.
Rafting “mínimo se necesitan 4 personas para esta opción” ventajas que no te mojas tanto y podemos portear mucho equipaje.
Kayak cerrado, inconveniente: que no puedes portear mucho equipaje y si vuelcas tienes que salir del río a vaciar el kayak. Se necesita experiencia previa y control del kayak alpino.
Las embarcaciones a elegir tienen que haber sido reservadas anteriormente, en la contratación de la actividad.
Cargaremos todo el material en el carro y la furgoneta que nos llevará hasta el río. El transporte de Venta del Moro al río y la vuelta al pueblo está incluido.
Previamente habremos impermeabilizado todo el material que llevaremos en la expedición. Bien en bolsas estancas que cada uno habrá traído para si mismo o bien podemos impermeabilizar con bolsas de plástico y precinto. Esto no es tan fiable como las bolsas estancas pero si se hace bien pueden servir.
Lo importante es que el material llegue seco al lugar donde pernoctaremos.
Una vez llegados al río nos colocaremos toda nuestra indumentaria y pondremos en nuestras embarcaciones todo el equipaje necesario. Cada uno deberá portar su equipaje en su propia embarcación.
Al agua patos. Nuestro recorrido transcurre por paisajes muy poco frecuentados, donde reina los chopos, sauces y cañares. Las aguas de asombrosa transparencia nos regalará espectaculares visiones de un río de cristal.
Durante 2 horas remaremos sin prisas pero sin pausa hasta el lugar elegido para comer. La comida será tipo pic-nic para no hincharnos y poder continuar nuestro descenso sin pesadez en el estómago. Volveremos a surcar las prístinas aguas del Cabriel.
El río no contiene grandes rápidos donde podríamos sufrir grandes vuelcos pero si contiene pequeños y numerosos escalones donde debemos trazar el rumbo por lugares concretos donde no tocar o encorvatarnos. Para ello debemos estar alerta y atentos en navegar por esos rápidos que si no son peligrosos si necesitan de cierta pericia. Lo que llamamos en el argot piragüistico leer el río.
2 horas más tarde llegaremos a la isla jabalí donde pasaremos el resto del día. La isla Jabalí es una isla que se forma entre dos brazos de río donde montaremos el vivac.
Al caer la noche prepararemos la cena que no por aislado y remoto no será elaborada y condimentada. Una cena especial para un lugar especial, con sobremesa y té a compartir entre tertulia de compañeros de viaje
En ningún momento montaremos tiendas de campaña, sino que optaremos por pasar la noche al raso o montaremos con rafias de fortuna una techumbre donde resguardarnos de la lluvia o del mal tiempo en caso de ser necesario.
El dormir al raso nos proporciona la sensación de tener la cúpula celestial como techo. El lugar carece de contaminación lumínica por tanto tendremos miles de estrellas que poco a poco se mueven en torno a la estrella polar. Apareciendo y desapareciendo según la estación del año constelaciones fáciles de identificar y de admirar. Todo ello será acompañado con el suave murmullo del agua que como banda sonora de esta maravillosa noche nos acompañara dulcemente. Solo alterado por algún sonido de la noche, animales que buscan pareja o que curiosos se preguntan, que hacemos ahí. Mientras nosotros siempre respetuosos les pediremos permiso para compartir morada durante esa noche.
Al día siguiente levantaremos el campamento sin haber dejado rastro de nuestra presencia. Prepararemos un suculento y energético desayuno para meternos en el río de nuevo. La mañana en el río nos deja otro prisma, el del sol en ascenso con sus rayos oblicuos que incandescentes verdes atraviesan las hojas del bosque de galería.
Tendremos entre tres y cuatro horas de descenso hasta llegar al final del recorrido. Allí nos espera la furgo donde cargaremos todos nuestros pertrechos hasta devolvernos al pueblo que nos vio partir. Habrán sido solo dos días y una noche pero la sensaciones no serán tan efímeras, pues el tiempo transcurrido se torna en el espacio como un reloj que ralentiza el tiempo hasta parecernos que no fueron dos días, sino una semana de tiempo real en nuestras mentes, pues la desconexión es tanta que el mundo parece otro. El del transcurso del agua por remansos de vivencias y experiencias.
En todo momento nuestras remadas las marcará el río no las prisas, pues se trata de complacer nuestra retina y retener imágenes en el álbum de nuestro inconsciente.
Una vez llegados al pueblo y a la base de Kalahari desmontaremos el material de la expedición y quien lo desee puede disponer de una ducha calentita.
También quien lo desee y fuera de la actividad nos iremos a darnos un homenaje a modo del descanso del guerrero en el mesón del pueblo. Ya con cubierto y mantel podremos degustar las viandas del mesón el Yantar, donde nadie sale decepcionado.
Precio por persona 180 €
NOTA: Esta expedición la solemos hacer cuando la presa de Conteras se encuentra cerrada, bajamos con el caudal de invierno.
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